El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este lunes, durante su discurso de investidura, una controvertida medida que marcará la dirección de su nuevo gobierno: la adopción de una política oficial que reconoce únicamente dos identidades de género, el masculino y el femenino.
“A partir de hoy, la política oficial del Gobierno de Estados Unidos es que solo haya dos géneros; masculino y femenino”, declaró Trump ante los asistentes, reafirmando una de sus principales promesas de campaña.
Según el mandatario, el decreto tiene como propósito “defender a las mujeres ante el extremismo ideológico de género y restaurar la verdad biológica en el seno del Estado Federal”. La medida establece que la identidad sexual será definida exclusivamente en función de los gametos que posean las personas, es decir, según parámetros biológicos.
Esta política forma parte de una serie de acciones propuestas por Trump durante su campaña, entre las que también se incluye la eliminación de ayudas federales a programas que fomentan la diversidad en la administración pública. Miembros del gabinete entrante confirmaron que estos cambios buscan lo que calificaron como “restablecer la claridad y la consistencia en las políticas federales”.
La decisión ya está generando fuertes debates tanto dentro como fuera del país, y se anticipa que grupos de derechos civiles y activistas LGBTQ+ emprenderán acciones legales contra lo que consideran una regresión en la lucha por la igualdad de derechos.
La medida también reabre la discusión sobre los límites entre políticas públicas, derechos individuales y los avances sociales logrados en las últimas décadas, planteando interrogantes sobre su impacto en el panorama político y social del país.