- septiembre 9, 2024
La Cancillería de Colombia ha expresado su pesar a través de sus redes sociales por la reciente salida de Edmundo González de Venezuela hacia España, tras haber solicitado asilo político. El Ministerio de Relaciones Exteriores colombiano destacó que el asilo concedido por España se realizó en cumplimiento de la Convención sobre Asilo Diplomático de 1954. “El gobierno colombiano lamenta profundamente la salida de Edmundo González de Venezuela. Subrayamos la importancia de que el proceso político en Venezuela y en cualquier país de las Américas esté rodeado de plenas garantías”, indicó la Cancillería. Además, reiteraron su compromiso con el diálogo como herramienta fundamental para alcanzar la paz política en la región.
González, quien se encontraba bajo la amenaza de una inminente captura por parte del régimen venezolano, había solicitado asilo alegando persecución política y judicial. La fiscalía del régimen lo acusaba de cinco delitos relacionados con la divulgación de actas electorales que, según él, probaban la victoria de la oposición en las elecciones del 28 de julio. El exdiplomático, anteriormente pensionado en Caracas, logró escapar a Madrid en un avión español gracias a una serie de maniobras diplomáticas.
Este suceso refleja la creciente represión bajo el régimen de Maduro, que ha intensificado su persecución a la oposición. Más de 130 personas vinculadas a la oposición han sido detenidas desde los comicios. Además, tras el rompimiento de relaciones con Brasil, que había asumido la custodia de la embajada de Argentina en Caracas, la situación de seis opositores refugiados allí se ha vuelto incierta. La reciente revocación del consentimiento por parte de Maduro ha dejado a estos opositores bajo asedio, intensificando la incertidumbre sobre su futuro.
La comunidad internacional condena estas acciones, pero la respuesta vacilante y ambigua del Gobierno colombiano no parece ofrecer una solución clara para un pueblo que continúa sufriendo bajo una feroz y brutal tiranía. La situación de la oposición y del pueblo venezolano sigue siendo incierta, y el ansiado giro hacia la democracia parece aún lejano.