La superintendencia de salud hizo la intervención de la EPS Sanitas debido a su insolvencia, con deudas que superan los 2 billones de pesos. A pesar de esta medida, la Superintendencia de Salud aseguró que los servicios médicos para los 5.7 millones de afiliados seguirán sin interrupción, sin necesidad de trámites adicionales por parte de los usuarios. Los afiliados continuarán siendo atendidos en las mismas instituciones y por los mismos médicos, manteniendo sus citas médicas y tratamientos en curso. Los procedimientos para solicitar autorizaciones y medicamentos seguirán siendo los mismos.

En caso de urgencia, se insta a los afiliados a dirigirse a los centros de atención de la EPS en cada municipio o, en situaciones de urgencia vital, al hospital más cercano, incluso si no tiene convenio con la EPS.

Respecto a la hospitalización, la Supersalud indicó que los servicios y costos deben seguir siendo asumidos por la EPS, y que las mujeres embarazadas seguirán recibiendo atención bajo su responsabilidad.

El superintendente Luis Carlos Leal tranquilizó a los afiliados, asegurando que la intervención no pone en riesgo su derecho a la salud ni altera su acceso a los servicios de la EPS. El impacto de la intervención se verá principalmente en el ámbito administrativo y gerencial de Sanitas.