Una joven identificada como Maria Paula Marín, pasó el peor de sus ratos tras ser testigo de un hecho aberrante.

Eso de lo que habla la mujer le ocurrió en un viaje en taxi en Medellín.

Durante un trayecto de 20 minutos, el taxista que la recogió en un centro comercial, se estuvo masturbando en silencio mientras observaba a la joven a través de sus espejos retrovisores.

La joven había realizado algunas diligencias en bancos y, al terminar, solicitó un taxi del acopio del centro comercial Aventura para dirigirse a su unidad residencial.

“Me había dado cuenta antes de que el señor estaba haciendo movimientos muy raros, pero tal vez en mi inocencia e incredulidad, no pensé en algo malo. Más adelante, estos movimientos se volvieron más notorios y descubrí que tenía su pene afuera y se estaba masturbando”, relató la joven.

Temerosa de que el taxista pudiera hacerle daño, Maria Paula grabó un video discretamente como prueba y le pidió que la dejara antes de llegar a su destino.

Aunque el taxista lo hizo sin decir nada, al recibir el pago, su actitud provocó más indignación en la joven. “Al final, el señor estaba gimiendo y vi que se limpió con un trapo. Cuando le pagué, se rió como burlándose, y yo me fui rápidamente y cerré la puerta. Estaba temblando de los nervios”, puntualizó Maria Paula.

A pesar del susto, la joven logró captar las placas del taxi y, con esa información y el breve video que grabó, interpuso una denuncia.