El Santos de Sao Paulo, el equipo donde brillaron Pelé y Neymar, cayó a la segunda división del fútbol de Brasil por primera vez en sus 111 años de historia.

Ante este hecho, sus hinchas reaccionaron con ira y terminaron incinerando varios automóviles, entre ellos el del colombiano Steven Mendoza, quien llegó al equipo esta temporada.

Aunque llegó en la posición 15 a la última jornada del Brasileirao, con 43 puntos, el Santos perdió en casa 2-1 con Fortaleza y retrocedió definitivamente hasta la casilla 17, la última en dar un boleto indeseado para jugar en la Serie B en 2024.

Al final del partido, hinchas lanzaron diversos objetos al campo y hubo desórdenes a las afueras del estadio, con carros y buses incendiados.