El hallazgo del cuerpo sin vida de Liz Camila Berrio Toledo, una joven de 17 años residente en el barrio Juan XXIII de Montería, ha generado conmoción e indignación en la comunidad. Su muerte, ocurrida en la vereda Las Cruces, corregimiento de Santa Lucía, ha reavivado el debate sobre la violencia contra las mujeres y la urgencia de medidas efectivas para prevenir estos crímenes.
El cuerpo de la joven fue encontrado la mañana del martes 11 de febrero, semienterrado en una zona enmontada. Cerca del lugar estaban su ropa y un pilón de arroz, que habría sido utilizado para golpearla. Las primeras versiones apuntan a que fue víctima de abuso y agresión antes de ser abandonada en el sitio.
Liz Camila había sido reportada como desaparecida en agosto de 2023, pero en aquella ocasión logró regresar a casa. Esta vez, su destino fue distinto, convirtiéndose en otra víctima de la creciente ola de violencia que afecta a las mujeres en el país.
Las autoridades avanzan en la investigación para esclarecer los hechos y dar con los responsables. Mientras tanto, colectivos feministas y ciudadanos exigen justicia y mayor seguridad para evitar que más jóvenes pierdan la vida en circunstancias similares. Se espera un pronunciamiento oficial en las próximas horas.